Esta modalidad de transporte, con gran auge debido a plataformas tipo Uber o Cabify, la regula la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres.
La autorización de transporte es un documento que permite a la persona titular del vehículo desarrollar su actividad. Esta autorización de transporte público permite el arrendamiento de vehículos con conductor y habilita a los conductores profesionales (ya sean autónomos o trabajadores de empresas) a realizar, previa contratación, una modalidad de transporte discrecional de viajeros en turismo por todo el territorio nacional.
La Administración competente concede una autorización por vehículo y su regulación está delegada a las comunidades autónomas y a algún ayuntamiento. De hecho en la actualidad, comunidades autónomas y algunos ayuntamientos como Madrid o Barcelona tienen la misión de la concesión de estos permisos. Además, la inspección sobre estos servicios está delegada también a las comunidades autónomas. En algunos lugares los vehículos deberán llevar visible una pegatina distintiva.
El conductor (autónomo o empresa) también deberá estar dado de alta en la Seguridad Social y al corriente con la misma así como con la Agencia Tributaria.
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