Las mámoas son túmulos funerarios del Neolítico, propios del noroeste de la Península Ibérica. Se construían por medio de acumulaciones artificiales de tierra o piedras, habitualmente de forma circular, que contienen uno o varios enterramientos, con un dolmen de piedra en su interior. Existen mámoas de más de seis mil años de antigüedad en Galicia, con un valor histórico y arqueológico incalculable.
Un grupo de Facebook (denominado "Asco y Vergüenza") ha hecho públicas el veinticinco de enero unas imágenes que muestran cómo
un particular ha convertido una mámoa sita en la localidad de Tállara, Lousame (A Coruña), conocida como Pedra da Cana o Casamea, debidamente catalogada y
protegida tanto por el Catálogo del Patrimonio Cultural de Galicia como por el Plan Urbanístico municipal, en nada menos que una churrasquería.
En 1995, este yacimiento ya había sido alterado gravemente, al ser destruida la cámara mortuoria para construir una parrilla, con chimenea y puerta incluidas.
Recientemente, alguien volvió a colocar los ortostatos (losas verticales) que se arrancaron en 1995, ubicándolos alrededor del túmulo y decorando el entorno con bidones y un frigorífico, consumando así la habilitación del lugar como espacio dedicado al ocio culinario.
Hace un año, un vecino de la cercana localidad de Boiro presentó un
escrito ante Patrimonio preguntando si la actuación tenía algún tipo de permiso. Ante la falta de respuesta, lo reiteró a los seis meses, y según la información facilitada por el grupo de Facebook,
todavía sigue esperando.
La destrucción de esta mámoa constituye un ejemplo más de una
reciente corriente vandálica que está menoscabando un importante número de monumentos y otros bienes protegidos en la comunidad gallega. En particular, hace unos días también fue noticia el hecho de que el propio Ayuntamiento de Noia colocase un banco sobre un petroglifo, o que otra mámoa, ésta sita en la necrópolis megalítica de Os Campiños (Leiro, Rianxo) también fue dañada, esta vez por labores forestales.
Las denuncias ciudadanas son fundamentales para facilitar a las autoridades el conocimiento de este tipo de actuaciones, aunque en ocasiones, la lucha en solitario de un particular parezca insuficiente.