El SEPRONA de Burgos ha identificado e investigado a un hombre de 33 años, J.C.S.M., como presunto autor de un delito de daños en un yacimiento arqueológico, al realizar prospecciones en el terreno valiéndose de un detector de metales.
La Guardia Civil de Burgos ha tenido conocimiento, gracias a la colaboración ciudadana, de unos hechos relacionados con el supuesto expolio de un yacimiento arqueológico ubicado en Montes de Oca. La investigación llevó a identificar a un varón que, provisto de un detector de metales, se situaba en una zona catalogada como yacimiento arqueológico practicando remociones en el terreno, con la probable intención de encontrar objetos de valor histórico como monedas, botones, utensilios o armas.
En el lugar se encontraron diez hoyos con evidencias de haber sido recientemente horadados, de entre 10 y 20 centímetros de diámetro y una profundidad que variaba entre los 10 y los 30 centímetros. La investigación abierta ha permitido conocer que la persona carecía de las autorizaciones necesarias para realizar dichas prospecciones.
El varón identificado, J.C.S.M., residente en Burgos, ha sido investigado como presunto autor de un delito de daños en yacimiento arqueológico. La Guardia Civil recuerda que por realizar prospecciones arqueológicas sin autorización utilizando aparatos detectores de metales en actividades que afecten al Patrimonio Arqueológico de Castilla y León conllevará una denuncia. La Junta de Castilla y León tiene catalogado este yacimiento. Dicho yacimiento tiene atribuciones culturales tardorromanas, visigodas y altomedievales, y posiblemente, bajomedievales cristianas y modernas.
No se ha podido demostrar que se haya producido un expolio del Patrimonio Cultural, ya que hasta el momento no se ha recuperado en poder del investigado ninguna pieza pero, el Servicio Provincial de Cultura especifica que "la actuación llevada a cabo de forma ilícita en el yacimiento ha provocado la pérdida irreparable de parte de la información contenida en la secuencia estratigráfica del mismo" ya que, comentan,"la alteración de los contextos y la sustracción de los vestigios arqueológicos, sin una metodología adecuada, imposibilita cualquier acción que pueda reparar o restaurar el daño causado".
